viernes, 22 de enero de 2016

¿Quién dijo miedo?

Crecer sin miedo debería ser el undécimo principio de la Declaración de los Derechos del Niño. Es algo que te ayuda a formarte como persona tanto como tener la oportunidad de asistir a la escuela o la mismísima igualdad de oportunidades.

Reconozco que durante varios años de mi infancia conviví cara a cara con el miedo, pero siempre me tocaba apartar la mirada a mí. Primero fue dormir con la puerta cerrada, después bajar al trastero cuando era de noche o que nuestro coche, un maltrecho Ford Fiesta, se detuviera en un callejón oscuro y que una banda de encapuchados nos asaltaran a punta de metralleta.

Todos tenemos miedos en esta vida. Si no los tuviéramos no seríamos humanos. Unos tienen miedo hablar en público, otros a pasear de noche y otros a cruzar la calle sin haber mirado diecisiete veces por carril. Al final, la cuestión se reduce a creer en uno mismo, en sus posibilidades y en caminar de frente sabiendo que esos miedos no son lo suficientemente poderosos como para inmiscuirse en tu camino.

Porque el cementerio está lleno de valientes.

Foto: Valencia Plaza

No hay comentarios:

Publicar un comentario